Estimados amigos y simpatizantes del Centro de Ética David Hume:
En vista de las fiestas y feriados que se aproximan, les deseamos a todos unos días tranquilos, en compañía de amigos y familiares. Deseando contribuir a que puedan seguir alimentando su espíritu, los remitimos al apartado newmedia; ya ubicados, busquen (buscar), por favor, ética o ethics, y encontrarán datos, noticias, conferencias, videos, etc., sobre aspectos interesantes de la problemática actual. Esperamos tenerlos cerca de nosotros el próximo año.
Amable Sánchez
viernes, 17 de diciembre de 2010
lunes, 13 de diciembre de 2010
Aforismo
La felicidad de cualquiera es inconcebible e irrealizable a costa de la felicidad de otros.
Amable Sánchez
Amable Sánchez
jueves, 2 de diciembre de 2010
Aforismo
Más que una gran novela, procura que tu vida sea un aforismo: suele ser más corto, pero también más claro, más intenso y más profundo.
Amable Sánchez
Amable Sánchez
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Aforismo
Que yo no sepa qué piensa el gorila no significa que el gorila no piense: si se calla, quizá sea simplemente porque es discreto o porque cree que sus intimidades no le importan a nadie.
Amable Sánchez
Amable Sánchez
martes, 9 de noviembre de 2010
Nuevos santos y creencias

El hombre a lo largo de la historia, ha creado no nada más a los dioses, sino a toda una multitud de protectores para este andar tan fugaz.
“Doy gracias al Santo Niño de Atocha porque salvó a mi hija de una epidemia de partos que pasó por el pueblo”. La pared de otra Iglesia: en el exvoto se agradece a San Pánfilo que se apagara el fuego del tractorcito cuando ya se andaba incendiando. Cerca, hay otra lámina en que debajo del dibujo de una balacera, la madre da las gracias a la Virgen porque salió con bien su hijo del asalto a un banco. Arte popular, dicen. La expresión de una religiosidad sencilla, liviana sólo en apariencia, sin duda.
Vivir trae cosida una certeza: moriremos. Por eso la vida y la muerte son dos de las tres heridas con las que llegamos, dice Miguel Hernández. La otra es el amor. Y lo malo de la muerte es su contundencia, el brutal cese de lo que era calor, palabra, abrazo, mirada y movimiento. Vivir mata; sólo y solo se muere el que vive y, entonces, andar vivo es duro pues la vida es frágil, apenas un hilo si se le mira bien. Para colmo, si al final está la muerte, ¿quién nos ampara?
Las religiones, los mitos y hasta la ciencia dan (o tratan de darle) cara a la muerte. Ese es el problema crucial de la vida. No se sabe siempre. Hay algunos años de gracia y otros de ignorancia, mas de pronto ocurre que uno crece – eso es, en serio, crecer: llevar lo mortal que somos en la médula de la memoria, saberlo de fijo. Conduce a la pena pero también a crear. Hay quien afirma que Dios creó al hombre. Es cuestión de fe. Lo que no es cuestión de fe, tal vez, sino de saber mirar las cosas con reposo, es que los hombres, a lo largo de la historia, han creado no nada más a los dioses, sino a toda una multitud de protectores para este andar tan fugaz. No dura vivir. Se puede acabar en la cuenta de uno sin llegar a dos. Así de plano.
Porque a solas, sin abogado que interceda con El que Manda y Sabe Todo, ayunos de un ser tutelar (animal, persona, patrón, patrona, santo, familiar del Hacedor de este mundo y de los otros, un valiente que no le dio la espalda a la huesuda y se burló de todo), sin un ser así que nos acompañe y dé cobijo, al cual llamar (advocar), que interceda por nosotros como abogado bueno, o nos convide sus potencias para no estar desolados y sin fuerza para andar “en este valle de lágrimas”, a sabiendas que “Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar en la mar/ que es el morir” canta Manrique… vaya, porque la vida pesa y calan sus filos y para acabarla de amolar se acaba sin saber si continúa, no desde hace dos siglos, sino desde mucho antes, hemos creado compañeros de andanzas, pesares, infortunios y alegrías. Hace dos siglos quizá cambiaron de nombre, pero ya estaban con esos que son de los que venimos a vivir. De los dos lados nos viene la querencia o necesidad de valedores.
Estas creaciones nos juntan cuando estamos aislados o para no estarlo –somos los que compartimos los favores de un patrón o una Señora muy poderosa: “No hizo igual con nación alguna” se dice de la preferencia de la Virgen de Guadalupe por su pueblo. Más que juntos, religados. Acompaña su imagen, como bandera, una rebelión que celebramos y hay quien dice que no somos tanto cristianos, más bien guadalupanos. ¿Será? Y santeros, de los oficiales y de los pirata; de los de Roma y los de los caminos de la vida, pues nunca son como los pensábamos. De los del santoral –que fueron primero leyenda– y de los de la leyenda que no llegan al santoral. Digo, si hasta Diego tiene iglesia a modo de mano de Dios.
Cuántas aristas tiene esto que llamamos religión. Muchas. Una es atender a esa religiosidad no ortodoxa del todo, pero fronteriza con lo permitido. La que procura amparo y compañía: que nos adopte un santo o que nosotros lo adoptemos para no andar sin un “detente” a las balas, los federales, la Migra, la DEA o el dolor.
Andan los albañiles confiando en el andamio que cruje pues los cuida la Santa Cruz. Y San José a los carpinteros. Lástima que el Papa anterior, tan taquillero, haya sido severísimo en eso de limpiar la lista de los santos que no valen: se despachó, por ejemplo, a San Cristóbal, patrono y protector de los choferes. ¿Quién, de mis años, no recuerda su estampa del gigante (pasando al Niño Dios de un lado al otro del río) en el autobús Flecha Amarilla, o en el taxi, al ladito del volante? Y con él se fue San Jorge y el Dragón. Dizque porque los dragones no existen. El argumento no deja de ser pobre, en tratándose de existencias que, ya muertas, ayudan a los vivos. En fin.
Vivir es peligroso, y más para los sicarios: tienen su Virgen en Colombia; acá, no les falta Malverde a los narcos y aunque la Iglesia mande decir que no, pues miles de miles tienen como colega a la Santa Muerte para que les ayude en la vida. En el barrio bravo hay constancia.
Súbase usted un 28 de octubre al Metro rumbo a la estación Hidalgo: hay el doble de pasajeros, pero no más se paga un boleto. Cada uno lleva una figura de San judas Tadeo. Ese sí que es bueno: cuando han fallado todos, atiende a las causas difíciles y desesperadas. Patrones tienen los músicos, los galenos; sin la Virgen de la Macarena cerca no se sale a torear confiado. Y cada pueblo, porque tiene capillita, tiene a un Santo Protector. San Jerónimo a ese mismo. Yajalón, en Chiapas, a Santiago Apóstol. Un día me dejó un sacerdote mirar de cerca la imagen y, bajo sus ropas, había otras figuras. Sincretismo, santos patrones y los llamados ídolos, tan semejantes, combinados: la misma necesidad: un señor o una señora que nos ampare a nosotros, los que somos de aquí, los que tocamos música, los que necesitamos —anda San Isidro— un poco de agua para la cosecha, no tanta como en este año. La Virgen de la Caridad del Cobre es cubana, y no importa para ellos que ande con Changó. Fidel usa Escapulario
Manuel Gil Antón
lunes, 8 de noviembre de 2010
martes, 2 de noviembre de 2010
jueves, 28 de octubre de 2010
¿Transparencia y/o privacidad?

¿Qué tan secretas deben ser las actividades de los gobiernos? En muchos países se ha legislado para permitir a los ciudadanos obtener información del gobierno y con ella vigilar la actividad de los funcionarios. Sin embargo existen argumentos fuertes a considerar sobre la necesidad de mantener el secreto y la confidencialidad en ciertas áreas del funcionamiento de los gobiernos.
Las nuevas tecnologías hacen posible transparentar prácticamente todo lo que ocurre en las sociedades, no solo los gobiernos se vuelven transparentes sino también la vida privada de los ciudadanos esta cada vez más expuesta ante los ojos de todos.
El avance de la tecnología no puede detenerse. Observamos la proliferación en las ciudades y en los edificios de cámaras que constantemente transmiten imágenes a monitores y procesadores de información, los ciudadanos con las cámaras de sus teléfonos celulares pueden grabar y transmitir cualquier escena que se les presente, los satélites y los sistemas de posicionamiento global (GPS) pueden localizarnos en casi cualquier parte del mundo. Los anunciantes pueden individualizar su publicidad porque conocen nuestras preferencias de consumo al detalle y nuestra salud digitalizada está prácticamente al alcance de cualquiera que la requiera. Esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué conviene hacer?
En la pagina web del Centro de Ética David Hume reproducimos el artículo del New York Times Defending Secrecy, British Spy Chief Goes Public por JOHN F. BURNS y ALAN COWELL
Roberto Blum
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martes, 19 de octubre de 2010
Aforismo
El alma de la música solo puede hallarse en la música del alma, no en ningún ruido más o menos ingeniosamente disfrazado.
Amable Sánchez
Amable Sánchez
lunes, 18 de octubre de 2010
The pleasure of giving

Charles Darwin was interested in how morality fits the human-animal continuum, proposing in “The Descent of Man”: “Any animal whatever, endowed with well-marked social instincts … would inevitably acquire a moral sense or conscience, as soon as its intellectual powers had become as well developed … as in man.”
Unfortunately, modern popularizers have strayed from these insights. Like Robert Wright in “The Moral Animal,” they argue that true moral tendencies cannot exist — not in humans and even less in other animals — since nature is one hundred percent selfish. Morality is just a thin veneer over a cauldron of nasty tendencies. Dubbing this position “Veneer Theory” (similar to Peter Railton’s “moral camouflage”), I have fought it ever since my 1996 book “Good Natured.” Instead of blaming atrocious behavior on our biology (“we’re acting like animals!”), while claiming our noble traits for ourselves, why not view the entire package as a product of evolution? Fortunately, there has been a resurgence of the Darwinian view that morality grew out of the social instincts. Psychologists stress the intuitive way we arrive at moral judgments while activating emotional brain areas, and economists and anthropologists have shown humanity to be far more cooperative, altruistic, and fair than predicted by self-interest models. Similarly, the latest experiments in primatology reveal that our close relatives will do each other favors even if there’s nothing in it for themselves.
Chimpanzees and bonobos will voluntarily open a door to offer a companion access to food, even if they lose part of it in the process. And capuchin monkeys are prepared to seek rewards for others, such as when we place two of them side by side, while one of them barters with us with differently colored tokens. One token is “selfish,” and the other “prosocial.” If the bartering monkey selects the selfish token, it receives a small piece of apple for returning it, but its partner gets nothing. The prosocial token, on the other hand, rewards both monkeys. Most monkeys develop an overwhelming preference for the prosocial token, which preference is not due to fear of repercussions, because dominant monkeys (who have least to fear) are the most generous.
Even though altruistic behavior evolved for the advantages it confers, this does not make it selfishly motivated. Future benefits rarely figure in the minds of animals. For example, animals engage in sex without knowing its reproductive consequences, and even humans had to develop the morning-after pill. This is because sexual motivation is unconcerned with the reason why sex exists. The same is true for the altruistic impulse, which is unconcerned with evolutionary consequences.
From an article by Frans de Waal
Frans B. M. de Waal is a biologist interested in primate behavior. He is C. H. Candler Professor in Psychology, and Director of the Living Links Center at the Yerkes National Primate Research Center at Emory University, in Atlanta, and a member of the National Academy of Sciences and the Royal Dutch Academy of Sciences. His latest book is “The Age of Empathy.”
http://opinionator.blogs.nytimes.com/2010/10/17/morals-without-god/?hp
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lunes, 11 de octubre de 2010
Aforismo
lunes, 4 de octubre de 2010
Aforismo
Premio Nobel por el desarrollo de la fertilización "in vitro"

El doctor Robert E. Edwards recibió recientemente el premio Nobel de Medicina y Fisiología del año 2010 por su trabajo en el desarrollo de la fertilización “in vitro” (FIV) para humanos.
Desde el comienzo de los años de la década de 1950, el doctor Edwards tuvo la visión de que la FIV podría ser una gran ayuda para las parejas infértiles. Se ha estimado que una de cada diez parejas sufre de esta condición.
Hasta la fecha han nacido mediante este procedimiento alrededor de cuatro millones de individuos, muchos de los cuales ya son adultos y se han convertido a su vez en padres. El comité que otorga los premios Nobel ha considerado que la contribución del doctor Edwards representa una piedra miliar en el desarrollo de la medicina moderna.
Los enormes avances de la medicina moderna nos presentan cotidianamente con nuevos dilemas éticos, a los que la sociedad tendrá que irles dando respuesta.
Roberto Blum
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Building a Brighter Kid: Consider IVF

Most parents-in-waiting like to daydream that their unborn child might develop a cure for cancer or improve upon the theory of relativity — in short, save the world. Now, new research indicates that your best shot of birthing a brainy baby might be to first conceive via in vitro fertilization (IVF).
According to a University of Iowa (UI) study published in the October issue of the journal Human Reproduction, IVF babies scored better than age- and gender-matched peers on the Iowa Test of Basic Skills – a widely used test that evaluates students' abilities — and the Iowa Test for Educational Development (ITBS/ED), which is generally considered an objective measure of educational outcomes. Researchers found that children conceived by IVF score at least as well as their peers on academic tests at all ages from grade 3 to 12.
The study should soothe parents who are concerned about adverse effects of fertility treatments on babies' cognitive skills. Although IVF is considered safe, there isn't much in the way of long-term data on health outcomes. The Iowa study tracked children to an older age than previous research.
"Our findings are reassuring for clinicians and patients as they suggest that being conceived through IVF does not have any detrimental effects on a child's intelligence or cognitive development," says lead study author Bradley Van Voorhis, a professor of obstetrics and gynecology and director of the Center for Advanced Reproductive Care at UI Hospitals and Clinics.
Van Voorhis and his fellow researchers measured the academic performance of 423 Iowa children, ages 8 to 17, who were conceived by IVF against the performance of 372 age- and gender-matched children from the same schools. The researchers also took into account whether different characteristics of the children, parents or IVF methods had an effect on children's test scores.
The study found that IVF children scored above average on standardized tests compared to their peers. The research also linked other factors to higher test scores, namely older age of the mother, higher education levels of both parents and lower levels of divorce.
“The likelihood is this has to do with nature and not nurture,” says Robert Stillman, medical director at Shady Grove Fertility Center in Rockville, Md., which has the country's largest fertility program. “Those fortunate enough to be able to afford IVF in an arena where there's little insurance coverage may very well have the means to provide a high level of education for their children.”
Would-be parents relying on assisted reproduction techniques are sometimes concerned that using frozen rather than fresh embryos is less than ideal. After all, aren't fresh veggies better than frozen ones? Yet the Iowa study debunked that, showing that children's test scores didn't fluctuate as a result of various methods of insemination or reliance on fresh vs. frozen embryos.
Deliberating between transferring one or more embryos? You might be interested to learn that the researchers found that single babies performed better than twins, who performed better than triplets — if only every so slightly. But even the triplets performed better than the average score of children conceived the old-fashioned way.
Still, that's no reason to rush into IVF if you don't have to. Says Stillman: “This is an argument not for doing IVF to have brighter kids but for having insurance coverage so everyone can have a child if they're having trouble getting pregnant.”
BONNIE ROCHMAN
Time October 1, 2010
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jueves, 30 de septiembre de 2010
¿Es el altruismo una característica genética?

En muchos casos las personas ayudan a otros sin un aparente beneficio personal. Se ha creido que esta conducta es resultado de la educación de la familia y la sociedad. Sin embargo, se ha comprobado que este tipo de impulsos son mayormente instintivos.
Al estudiar las conductas de nuestros parientes animales más cercanos, los chimpancés, quienes no educan a sus crías en el altruismo, se observa que estos animales actúan en ocasiones no egoístamente al ayudar a sus cuidadores humanos o a otros chimpancés en tareas que solos no podrían realizar. Esta interesante observación la realizaron en 2007 los científicos del Centro de Antropología Evolutiva del Instituto Max Planck en Leipzig Alemania.
Otro grupo de científicos del mismo instituto reportó en el 2009 que se habían observado conductas altruistas en infantes humanos menores de 18 meses ayudando a otros a abrir algún cajón o alcanzar algún objeto.
Es obvio que los genes interactúan con el ambiente. Así se ha visto al estudiar a gemelos idénticos – aquellos que comparten el 100% de sus genes – que la generosidad de ellos depende alrededor de un 60 por ciento de sus genes y la influencia del medio ambiente explicaría el 40 por ciento restante.
Roberto Blum
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miércoles, 29 de septiembre de 2010
Aforismo
Nadie puede amar a “la humanidad”. Hasta lo más abstracto, si se ama, solo puede ser amado en concreto.
Amable Sánchez
Amable Sánchez
Una conducta ética hacia los animales

Evitar en la medida de lo posible el sufrimiento de otros seres, humanos o animales, debería ser parte del código ético de cualquier persona. Lamentablemente, la cotidianidad presenta otras realidades: la condición humana se ha alejado de normas éticas y ha ahondado en conductas que incrementan el sufrimiento, tanto de sus pares como de muchos animales. Asimismo, múltiples actividades de nuestra especie tienden a deteriorar cada vez más el orden biológico del planeta; sus secuelas, desertificación, inundaciones, contaminación, deforestación e incendios producen enormes sufrimientos a incontables personas y a muchos animales. Del calvario de otras personas como consecuencia de los agravios a nuestra casa, la Tierra, son responsables los políticos cuyas torpezas y sandeces determinan el destino de la Tierra.
Alarma pensar en el mundo, repasar el deterioro de la sociedad o cavilar en el maltrato del ser humano hacia los animales. Cuando algunos códigos éticos se rompen, fracturar otras normas morales es más sencillo. Los eslabones del mal embonan con facilidad. El largo e incompleto párrafo siguiente ilustra ese deterioro.
Lastimar innecesariamente a algunos animales con el propósito de divertirse o para satisfacer inquietudes personales; utilizarlos para experimentar nuevas medicinas sin ceñirse en algunos casos a las normas que exigen evitar sufrimientos innecesarios; matarlos sin razones justificadas –la única válida, cuestionada por muchos, sería que sirven para alimentar al ser humano–; asesinar a golpes a miles de focas en Canadá porque supuestamente su proliferación incide negativamente en las condiciones de vida del mar; matar con inusitada brutalidad a los delfines conocidos como calderones –su error es que son muy sociables– en las Islas Faroe, región autónoma de Dinamarca, hasta teñir el mar de rojo; cazar sin piedad ballenas, como lo hacen mercantes japoneses; perforar a los peces vivos con anzuelos para usarlos como carnada; ejercer la cacería de animales indefensos como deporte o como acto de gallardía; confrontarlos para que se maten entre sí –peleas de gallos o de perros–; perseguirlos hasta masacrarlos, poco a poco, como sucede en Tordesillas, España, donde se alancea al toro hasta acabar con él; encerrar en pequeñas jaulas a los animales en los zoológicos; utilizarlos y maltratarlos en los circos, o, inter alia, enterarse, y, asombrarse del caso de la ballena Tilly, quien mató este año a su entrenadora en el Sea World de Florida, probablemente harta por tener que cumplir con las exigencias de entretener a la muchedumbre realizando piruetas tras ser encerrada durante muchos años en un pequeño tanque de asfalto. Este largo párrafo expone trece casos del maltrato y asesinato de animales; en todos ellos la ética se socava.
El denominador común del listado previo es evidente: no se repara, ni en los significados de la vida de los animales, ni en su sufrimiento. Aunque recientemente se abolieron las corridas de toros en Cataluña, es poco probable que los movimientos en defensa de los animales consigan cambiar las conductas de las personas que no cavilan en el dolor que les producen a los animales. Denunciar esas atrocidades y vivir permanentemente indignado es obligatorio. Exponer el maltrato quizás atenúe un poco, como sucedió con las corridas de toros en Barcelona, la voracidad de la condición humana.
Esa voracidad podría disminuirse si, siguiendo a algunos filósofos, se aceptase la idea de que algunos animales no-humanos (reproduzco el término que usan Peter Singer y otros bioeticistas) son personas. Quienes consideran que los animales no-humanos son personas aseguran que en algunas especies existe laautoconciencia, la noción de que pertenecen a especies distintas y a que cuentan con memoria acerca del tiempo pasado y expectativas en cuanto al futuro. Esas características son suficientes para considerar, siguiendo a Singer, que algunos animales son personas. Ciertas conductas favorecen esa idea. Cuento la historia de Erich Mühsam.
Mühsam fue un poeta judío víctima del nazismo. En 1933 fue detenido y encarcelado. A guisa de ejercicio –recién empezaba a manifestarse el nacionalsocialismo– los torturadores metieron en su celda a un chimpancé que habían robado del laboratorio de un científico quien también había sido detenido. Los soldados nazis estaban convencidos que el simio atacaría a Mühsam, cuyo aspecto, según narran los historiadores, era lamentable. Para sorpresa de los torturadores, el chimpancé abrazó al prisionero, lo protegió y le lamió sus heridas. Los soldados, enfurecidos por la piedad del animal, lo mataron. Son también ejemplos de lealtad y de amistad animal los perros que fallecen tras la muerte de sus patrones, los delfines que conducen a buen puerto a los náufragos o los perros que defienden a sus dueños.
La piedad, la compasión y la amistad son grandes cualidades. Buen número de animales no-humanos las ejercen. Así como los códigos éticos de los seres humanos invitan a respetar la vida de sus símiles, nuestra especie tiene la obligación de modificar su conducta hacia los animales.
ARNOLDO KRAUS
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jueves, 23 de septiembre de 2010
Aforismo
La verdad desnuda implica que existe la verdad vestida. La indumentaria más bonita de la verdad es la ficción. Y lo más bonito y profundo de la ficción es que también es verdad. ¿Un juego? ¡Hagan juego, señores!
Amable Sánchez
Amable Sánchez
martes, 14 de septiembre de 2010
La creciente importancia de la bioética

Los enormes avances en la biotecnología nos presentan nuevos retos éticos. Por ejemplo, es posible que a partir de células madre obtenidos de la piel de adultos, se puedan pronto generar gametos viables (óvulos y espermatozoides) permitiéndoles a los futuros padres escoger las características deseadas de sus hijos e incluso generar nuevos individuos humanos, hijos verdaderos -no clones -- que comparten la carga genética de sus padres o madres aun siendo estos parejas del mismo sexo.
Los profesores Kazuto Kato de la Universidad de Kioto y Jan Helge Solbakk, del Centro de Ética Médica de la Universidad de Oslo ya plantean la necesidad de investigar el estatus moral de las células humanas.
De enorme importancia actual es el control de los tejidos obtenidos de células iPS* que existen en los bancos genéticos en todo el planeta y que muchas veces se utilizan sin pedir la autorización de los donantes originales.
*iPS son las células madre pluripotentes inducidas (induced pluripotent stem cells)
Roberto Blum
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células madres
lunes, 13 de septiembre de 2010
Aforismo
El día que comiences a coincidir con todos, estarás en camino de perderte; y el día que llegues a coincidir cien por cien contigo mismo, estarás definitivamente perdido.
Amable Sánchez
Amable Sánchez
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