jueves, 30 de septiembre de 2010

¿Es el altruismo una característica genética?


En muchos casos las personas ayudan a otros sin un aparente beneficio personal. Se ha creido que esta conducta es resultado de la educación de la familia y la sociedad. Sin embargo, se ha comprobado que este tipo de impulsos son mayormente instintivos.

Al estudiar las conductas de nuestros parientes animales más cercanos, los chimpancés, quienes no educan a sus crías en el altruismo, se observa que estos animales actúan en ocasiones no egoístamente al ayudar a sus cuidadores humanos o a otros chimpancés en tareas que solos no podrían realizar. Esta interesante observación la realizaron en 2007 los científicos del Centro de Antropología Evolutiva del Instituto Max Planck en Leipzig Alemania.

Otro grupo de científicos del mismo instituto reportó en el 2009 que se habían observado conductas altruistas en infantes humanos menores de 18 meses ayudando a otros a abrir algún cajón o alcanzar algún objeto.

Es obvio que los genes interactúan con el ambiente. Así se ha visto al estudiar a gemelos idénticos – aquellos que comparten el 100% de sus genes – que la generosidad de ellos depende alrededor de un 60 por ciento de sus genes y la influencia del medio ambiente explicaría el 40 por ciento restante.

Roberto Blum

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Aforismo

Nadie puede amar a “la humanidad”. Hasta lo más abstracto, si se ama, solo puede ser amado en concreto.

Amable Sánchez

Una conducta ética hacia los animales


Evitar en la medida de lo posible el sufrimiento de otros seres, humanos o animales, debería ser parte del código ético de cualquier persona. Lamentablemente, la cotidianidad presenta otras realidades: la condición humana se ha alejado de normas éticas y ha ahondado en conductas que incrementan el sufrimiento, tanto de sus pares como de muchos animales. Asimismo, múltiples actividades de nuestra especie tienden a deteriorar cada vez más el orden biológico del planeta; sus secuelas, desertificación, inundaciones, contaminación, deforestación e incendios producen enormes sufrimientos a incontables personas y a muchos animales. Del calvario de otras personas como consecuencia de los agravios a nuestra casa, la Tierra, son responsables los políticos cuyas torpezas y sandeces determinan el destino de la Tierra.

Alarma pensar en el mundo, repasar el deterioro de la sociedad o cavilar en el maltrato del ser humano hacia los animales. Cuando algunos códigos éticos se rompen, fracturar otras normas morales es más sencillo. Los eslabones del mal embonan con facilidad. El largo e incompleto párrafo siguiente ilustra ese deterioro.

Lastimar innecesariamente a algunos animales con el propósito de divertirse o para satisfacer inquietudes personales; utilizarlos para experimentar nuevas medicinas sin ceñirse en algunos casos a las normas que exigen evitar sufrimientos innecesarios; matarlos sin razones justificadas –la única válida, cuestionada por muchos, sería que sirven para alimentar al ser humano–; asesinar a golpes a miles de focas en Canadá porque supuestamente su proliferación incide negativamente en las condiciones de vida del mar; matar con inusitada brutalidad a los delfines conocidos como calderones –su error es que son muy sociables– en las Islas Faroe, región autónoma de Dinamarca, hasta teñir el mar de rojo; cazar sin piedad ballenas, como lo hacen mercantes japoneses; perforar a los peces vivos con anzuelos para usarlos como carnada; ejercer la cacería de animales indefensos como deporte o como acto de gallardía; confrontarlos para que se maten entre sí –peleas de gallos o de perros–; perseguirlos hasta masacrarlos, poco a poco, como sucede en Tordesillas, España, donde se alancea al toro hasta acabar con él; encerrar en pequeñas jaulas a los animales en los zoológicos; utilizarlos y maltratarlos en los circos, o, inter alia, enterarse, y, asombrarse del caso de la ballena Tilly, quien mató este año a su entrenadora en el Sea World de Florida, probablemente harta por tener que cumplir con las exigencias de entretener a la muchedumbre realizando piruetas tras ser encerrada durante muchos años en un pequeño tanque de asfalto. Este largo párrafo expone trece casos del maltrato y asesinato de animales; en todos ellos la ética se socava.

El denominador común del listado previo es evidente: no se repara, ni en los significados de la vida de los animales, ni en su sufrimiento. Aunque recientemente se abolieron las corridas de toros en Cataluña, es poco probable que los movimientos en defensa de los animales consigan cambiar las conductas de las personas que no cavilan en el dolor que les producen a los animales. Denunciar esas atrocidades y vivir permanentemente indignado es obligatorio. Exponer el maltrato quizás atenúe un poco, como sucedió con las corridas de toros en Barcelona, la voracidad de la condición humana.

Esa voracidad podría disminuirse si, siguiendo a algunos filósofos, se aceptase la idea de que algunos animales no-humanos (reproduzco el término que usan Peter Singer y otros bioeticistas) son personas. Quienes consideran que los animales no-humanos son personas aseguran que en algunas especies existe laautoconciencia, la noción de que pertenecen a especies distintas y a que cuentan con memoria acerca del tiempo pasado y expectativas en cuanto al futuro. Esas características son suficientes para considerar, siguiendo a Singer, que algunos animales son personas. Ciertas conductas favorecen esa idea. Cuento la historia de Erich Mühsam.

Mühsam fue un poeta judío víctima del nazismo. En 1933 fue detenido y encarcelado. A guisa de ejercicio –recién empezaba a manifestarse el nacionalsocialismo– los torturadores metieron en su celda a un chimpancé que habían robado del laboratorio de un científico quien también había sido detenido. Los soldados nazis estaban convencidos que el simio atacaría a Mühsam, cuyo aspecto, según narran los historiadores, era lamentable. Para sorpresa de los torturadores, el chimpancé abrazó al prisionero, lo protegió y le lamió sus heridas. Los soldados, enfurecidos por la piedad del animal, lo mataron. Son también ejemplos de lealtad y de amistad animal los perros que fallecen tras la muerte de sus patrones, los delfines que conducen a buen puerto a los náufragos o los perros que defienden a sus dueños.

La piedad, la compasión y la amistad son grandes cualidades. Buen número de animales no-humanos las ejercen. Así como los códigos éticos de los seres humanos invitan a respetar la vida de sus símiles, nuestra especie tiene la obligación de modificar su conducta hacia los animales.

ARNOLDO KRAUS

jueves, 23 de septiembre de 2010

Aforismo

La verdad desnuda implica que existe la verdad vestida. La indumentaria más bonita de la verdad es la ficción. Y lo más bonito y profundo de la ficción es que también es verdad. ¿Un juego? ¡Hagan juego, señores!

Amable Sánchez

martes, 14 de septiembre de 2010

La creciente importancia de la bioética


Los enormes avances en la biotecnología nos presentan nuevos retos éticos. Por ejemplo, es posible que a partir de células madre obtenidos de la piel de adultos, se puedan pronto generar gametos viables (óvulos y espermatozoides) permitiéndoles a los futuros padres escoger las características deseadas de sus hijos e incluso generar nuevos individuos humanos, hijos verdaderos -no clones -- que comparten la carga genética de sus padres o madres aun siendo estos parejas del mismo sexo.

Los profesores Kazuto Kato de la Universidad de Kioto y Jan Helge Solbakk, del Centro de Ética Médica de la Universidad de Oslo ya plantean la necesidad de investigar el estatus moral de las células humanas.

De enorme importancia actual es el control de los tejidos obtenidos de células iPS* que existen en los bancos genéticos en todo el planeta y que muchas veces se utilizan sin pedir la autorización de los donantes originales.

*iPS son las células madre pluripotentes inducidas (induced pluripotent stem cells)

Roberto Blum

lunes, 13 de septiembre de 2010

Aforismo

El día que comiences a coincidir con todos, estarás en camino de perderte; y el día que llegues a coincidir cien por cien contigo mismo, estarás definitivamente perdido.

Amable Sánchez

jueves, 9 de septiembre de 2010

Aforismo

Cuando el problema del mar es de fondo, no podemos distraernos haciendo piruetas en la superficie.

Amable Sánchez