sábado, 22 de agosto de 2009

Kierkegaard hoy

La historia del sacrificio de Isaac por su padre Abraham es uno de estos acontecimientos que nos cimbra emocionalmente. ¿Puede un padre asesinar a su hijo en nombre de cualquier dios? Por desgracia la respuesta es si.

No solo en los tiempos bárbaros del Antiguo y del Nuevo Testamento, sino que todos los días ocurre en la actualidad. Sí no, ¿que es la guerra o la política facciosa? ¿No es acaso un fenómeno en el que los viejos, padres y abuelos, llevan al matadero a los jóvenes en nombre de cualquier dios?

Mientras los Abrahames de todas las épocas estén dispuestos a oír a los dioses -- a cualquier dios -- este cruel y brutal hecho seguirá repitiéndose. El filicidio no es un simple mito de épocas pasadas.
Roberto Blum

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con usted Roberto. Además suele pasar que el "Isaac" es nuestra propia felicidad que es sacrificada para cumplir la volundad-capricho de dios.