El Centro de Ética David Hume realizó el pasado jueves 15 un almuerzo socrático para conversar con Jerry Coyne, autor del libro Why Evolution is True. Entre las muchas ideas y comentarios expresados en esa reunión se cuestionó si la conciencia de los seres humanos es esencialmente diferente a la de los animales o bien si solo existen diferencias de grado. Coyne afirmó que la conciencia humana es resultado de la evolución, por lo que las diferencias que existen sólo son de grado. Esta afirmación resultó altamente provocativa.
Llamó también la atención la llamada selección sexual, por la que las hembras y los machos de una especie, incluidos los humanos, coevolucionan. Generalmente las hembras de casi todas las especies son más cuidadosas al escoger su pareja mientras que los machos son más “promiscuos.” ¿Es este hecho el origen de nuestra doble moral sexual? ¿Se puede cambiar? La respuesta parece ser que si, ya que los humanos contamos con la razón que nos permite escoger entre varias opciones. Sin embargo Coyne también cree que el libre albedrio no existe, sin embargo es una útil ficción. Obviamente esto también da lugar a una posible discusión futura.
Asimismo en la reunión se cuestionó si la homosexualidad era genética o bien una preferencia escogida, a lo que aparentemente no se le puede dar una respuesta definitiva. Coyne aprovechó para enfatizar que la ciencia sólo ofrece respuestas provisionales, pero que la teoría de la evolución mediante la selección natural estaba sustentada en tal cantidad de fósiles, retro predicciones y resultados comprobados que se podía considerar como un hecho científico.
Roberto Blum
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