Simplifica tu vida cuanto puedas, pero recuerda que ceder a lo fácil es peligroso: no confundas el aligeramiento de tu espíritu con la falta de gravedad, ni la simplicidad con la simpleza. El barco no puede navegar con demasiado lastre; sin él, tampoco.
Amable Sánchez
lunes, 3 de agosto de 2009
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